Qué son los ansiolíticos y cómo funcionan
Probablemente conocéis a alguien que alguna vez ha consumido “pastillas para los nervios” o “para poder dormir”. Sin duda, se está refiriendo a que le han recetado medicamentos ansiolíticos. Hoy os resumimos en este artículo cuáles son las principales características de estos fármacos y ciertas precauciones que debemos tomar mientras se consumen.
Los ansiolíticos, también llamados tranquilizantes menores, son principios activos que son recetados principalmente para evitar convulsiones y para mitigar los síntomas de la ansiedad y angustia, y en ciertas ocasiones también para los síntomas provocados por trastornos del estado de ánimo. Aunque hay varios tipos de ansiolíticos, nos centraremos en la benzodiacepinas, uno de los grupos más usados por la población.
Las benzodiazepinas, que actúan en el sistema nervioso central sobre el complejo ácido gamma-aminobutírico (GABA), potenciando su acción inhibitoria, se pueden administrar por vía oral y algunas de ellas por vía intramuscular e intravenosa. La semivida de estos fármacos varía de 2 a 74 horas, dividiéndose en cuatro grupos:
- Compuestos de duración ultra-corta, con una semivida menor de 6 horas.
- Compuestos de duración corta, tienen una semivida menor de 12 horas y tienen pocos efectos residuales al tomarse antes de acostarse en la noche, aunque su uso regular puede conducir a insomnio de rebote y ansiedad al despertar.
- Compuestos intermedios, tienen una semivida entre 12 y 24 horas, pueden tener efectos residuales durante la primera mitad del día y el insomnio de rebote tiende a ser más frecuente al descontinuar su uso. Se presentan también síntomas de abstinencia durante el día con el uso prolongado de esta clase de benzodiazepinas.
- Compuestos de acción larga, tienen una semivida mayor de 24 horas. Los fuertes efectos sedantes tienden a perdurar durante el día siguiente si se usan con el fin de tratar el insomnio
Las benzodiacepinas suelen ser recetadas en función de sus distintas propiedades farcamocinéticas y farmacodinámicas. Por ejemplo, nada tiene que ver el tratamiento de un ataque de pánico aislado que el de la ansiedad generalizada. Aunque se trata de fármacos que recetados de forma adecuada son muy efectivos, las benzodiacepinas pueden tener varios efectos adversos y pueden conllevar tolerancia, dependencia y síndrome de abstinencia si se consumen sin ningún tipo de control médico.
Podemos encontrar la mayor parte de las benzodiacepinas en forma de medicamentos genéricos en España. Es bastante fácil reconocerlos, ya que casi todos los principios activos tienen la terminación “pam” (diazepam, loracepam, etc…), además de tener la sigla “EFG” en el envase del medicamento. Como siempre, os recomendamos hacer un uso responsable de los medicamentos y consultar a vuestro especialista, que es la persona más indicada para aclarar dudas sobre su consumo.