“Los efectos de la pandemia de COVID-19 aún no han dado la cara del todo, es previsible una gran ola de trastornos psicológicos”
Pedro Rodríguez, portavoz del Consejo General de la Psicología de España, analiza para ‘En Genérico’ las consecuencias psicológicas que ha tenido y está teniendo la pandemia de COVID-19 en nuestra salud mental.
Justo ahora que parecemos ver el final de la pandemia de COVID-19, se comienza a advertir por parte de los profesionales de la Psicología y desde la mismísima Organización Mundial de la Salud (OMS) que los efectos sobre nuestra salud mental ya se están haciendo notar, pero lo peor estaría todavía por salir a la luz.
Para conocer mejor que está pasando, desde ‘En Genérico’, blog de divulgación sanitaria de la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (AESEG), entrevistamos a Pedro Rodríguez, miembro de la directiva del Consejo General de la Psicología de España y especialista en Psicología Clínica, quien entre su extenso currículum destaca también por colaborar actualmente con el Máster de Psicólogo General Sanitario que imparte la Universidad Camilo José Cela.
¿Cuáles son las consecuencias que están advirtiendo que ha tenido la pandemia de COVID-19 en la población?
Sigue habiendo todavía un aumento de las reacciones psicológicas, que son fundamentalmente trastornos depresivos, del estado de ánimo y ansiosos, todo esto de manera general entre la población.
Se están detectando bastantes problemas de salud mental entre la gente joven, en adolescentes incluso, dándose trastornos de ansiedad y produciéndose alteraciones de conducta. También se están detectando reacciones de extrañamiento, que en Psicología hace referencia a situaciones en las que una persona no sabe donde está o que está haciendo.
“Los últimos estudios científicos hablan ya de un incremento en los problemas de salud mental de un 40% con respecto a antes de la pandemia”
Ha habido un aumento considerable. Los últimos estudios científicos hablan ya de un incremento en los problemas de salud mental de un 40% con respecto a antes de la pandemia. Los efectos psicológicos aún no han dado la cara del todo, como quien dice todavía estamos inmersos en la situación de emergencia. Cuando se cierre la pandemia clínica, no quiere decir que ésta haya desaparecido, es previsible que nos encontremos con una pandemia psicológica y social.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido de que se producirá una gran ola de problemas de salud mental cuando pase la pandemia de COVID-19.
La va a haber. No olvidemos que esta crisis sanitaria va a tener una repercusión en la salud mental y también en otros aspectos como los emocionales, el estado ánimo o el malestar general que pueden causar cuestiones como la incertidumbre respecto al empleo o a los problemas económicos.
Dependiendo del caso concreto, no siempre es necesario un tratamiento, pero sí la atención psicológica adecuada para evitar que estos problemas acaben cristalizándose en una psicopatología. La prevención es muy importante.
¿Cómo pueden las personas abordar esta situación que está sucediendo? ¿Acudiendo a especialistas?
Cuando uno vea que no está bien, a gusto consigo mismo y no puede controlarse, debe ponerse en contacto de inmediato con profesionales que puedan ayudarle a encontrar el sentido a lo que está ocurriendo.
El proceso mental que suele darse es que uno piensa que está teniendo sentimientos, sensaciones, muy suyas y personales, y que uno puede hacer la redefinición del problema mental que tiene, lo que acaba por generar comportamientos como si realmente tuviese ese trastorno. A veces es bueno consultar con psicólogos para recibir ayuda y que se les guíe, porque puede no ser una psicopatología y solamente una reacción esperable por un determinado problema.
El inconveniente está cuando las reacciones las convertimos en patologías, pero es importante que se nos escuchen las quejas, el malestar que tenemos… Es una buena manera de evitar que se acaben convirtiendo en manifestaciones con entidades psicopatológicas. Es conveniente hacerlo a todas las edades, porque se produce un fenómeno de desahogo emocional que ayuda.
¿Tenemos las herramientas para el autocuidado emocional o para solventar estas situaciones?
Las teleconsultas han venido para quedarse y han supuesto una gran ayuda para resolver las dificultades que se creaban por el hecho de estar confinados y esto no hay que desdeñarlo. Se ha ayudado a muchos pacientes gracias a la Telepsicología.
“En esta pandemia, se ha ayudado a muchos pacientes gracias a la Telepsicología”
Independientemente de esto, los seres humanos solemos tener la tentación o el impulso de que, si nos pasa algo, dejarnos caer y no estar en guardia. Porque podemos haber perdido cosas, pero si nos abandonamos en el desempeño y el mantenimiento de hábitos saludables, es evidente que nos va a crear problemas. El autocuidado es eso, seguir manteniendo la guardia alta y llevando unas conductas y hábitos saludables que nos ayudarán a retrasar la aparición de problemas psicológicos y emocionales.
Con la retirada de las mascarillas en los exteriores y el avance de la vacunación, se está produciendo ya la transición a la ‘antigua normalidad’. ¿Qué recomendaciones se pueden hacer desde el punto de vista de la Psicología?
La principal recomendación es usar el sentido común. Vamos a recuperar lo que teníamos antes pero no debemos intentar compensar ahora con aquello que no hemos hecho. “Como no he podido… ahora lo voy a hacer a lo bestia”, esta no puede ser la actitud. Hay que ser prudentes, se han de recuperar los hábitos paulatinamente.