Hablemos de medicamentos genéricos: las siglas EFG

Al hablar de medicamentos genéricos existen algunos conceptos que los ciudadanos de a pie desconocemos.. Uno de los términos más importantes en relación con los genéricos, y que muchas personas desconocen, son las siglas EFG.

Puede que las siglas EFG te suenen por haberlas visto a menudo en los envases de los medicamentos que tienes en casa, pero ¿tienes alguna idea sobre a qué hacen referencia?

Las siglas EFG significan “Equivalente Farmacéutico Genérico” y son fundamentales a la hora de identificar los medicamentos genéricos. Su inclusión garantiza que el medicamento ha sido aprobado por las autoridades sanitarias al reunir las condiciones de calidad, seguridad y eficacia exigidas, además que el medicamento genérico es completamente equivalente e intercambiable con el medicamento de marca. Es decir, que el genérico ha pasado los estudios de bioequivalencia necesarios para que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) o la Agencia Europea del Medicamento (EMA) lo aprueben.

¿Cómo y dónde se incluyen las siglas EFG en los medicamentos genéricos?

El etiquetado y cartonaje de cualquier producto farmacéutico debe seguir unas estrictas normas. Por ello, en el envase de los medicamentos genéricos debe aparecer la Denominación Oficial Española (DOE) o, en su defecto, la Denominación Común Internacional (DCI), seguida del nombre o marca del titular o fabricante, además de las siglas EFG en el caso que el medicamento sea un genérico. Dichas siglas son privativas de los medicamentos genéricos desde el 1 de enero de 2016, cuando entraron en vigor las modificaciones al Texto Refundido de la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos.

Por eso, en el caso que un medicamento esté denominado con el nombre del principio activo y del fabricante, pero no contenga las siglas EFG, no sería un genérico a efectos legales.