Dermatitis atópica: causas y cómo prevenirla
Damos con las claves sobre qué es la dermatitis atópica, qué la causa y cómo se puede prevenir
La dermatitis atópica se da principalmente en bebés y niños y, en menor medida en adultos.
Según la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV), en niños se manifiesta con piel seca, enrojecimiento e inflamación de la piel con cuadros de picor y sobreinfecciones por hongos, virus y bacterias. En los adultos, la dermatitis atópica se manifiesta con placas de piel engrosada, que se localizan en la nuca, caras laterales del cuello, flexura de extremidades y dorso de muñecas.
También puede darse eccema en las caras laterales de dedos, plantas y palmas y prurigo nodular (enfermedad de la piel en la que se forman lesiones como ronchas duras, costrosas y que pican intensamente) en brazos y piernas.
La dermatitis atópica afecta a un 20% de los niños españoles
Según datos de la AEDV, la dermatitis atópica representa uno de los principales problemas dermatológicos en la infancia, ya que afecta a un 20% de los niños españoles.
La AEDV apunta que la dermatitis atópica suele iniciarse antes de los cinco años, y su origen se relaciona principalmente con una alteración de la función de la barrera epidérmica, por mutaciones en diferentes proteínas, como la filagrina (proteína estructural fundamental para el desarrollo y mantenimiento de la barrera cutánea). Además, en los niños atópicos existe una respuesta exagerada frente a diferentes estímulos; en cambio, la relación con los alimentos no ha sido demostrada en todos los pacientes.
Pero antes de nada conozcamos primero qué es la dermatitis atópica.
¿Qué es la dermatitis atópica?
La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad inflamatoria de la piel, no contagiosa, caracterizada por la presencia de lesiones eccematosas, sequedad y picazón intensa. Es una enfermedad crónica que cursa en brotes de duración e intensidad variable, periodos de remisión y, en algunos casos, los síntomas pueden ser continuos. Es benigna y no contagiosa. Suele iniciarse en la infancia y en general mejora con la edad, aunque puede persistir en la edad adulta o incluso iniciarse en esta época de la vida. Es un trastorno muy común y cada vez más frecuente, sobre todo en los países desarrollados, que afecta por igual a ambos sexos.
Quienes tienen alguna alergia son más propensos a sufrirla
La Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología (AAAAI) vincula la aparición de esta enfermedad cutánea con otras patologías. “La mitad de los pacientes con dermatitis atópica sufren de asma, rinitis alérgica (fiebre de heno) y alergias alimentarias”, indica esta sociedad científica.
Síntomas de la dermatitis atópica
El principal síntoma es la picazón en la piel, que además suele estar seca. Cuando los pacientes se rascan, la piel se enrojece, se irrita y pueden aparecer eccemas.
En niños:
- Erupción en cuero cabelludo, rodillas, codos y mejillas.
En adultos:
- Erupción en pliegues de muñecas, codos, rodillas, tobillos, rostro y cuello.
Tratamientos para la dermatitis atópica
Una vez que conocemos qué es la dermatitis atópica y cuáles son sus síntomas, es el turno de conocer cómo se puede tratar.
No existe ningún tratamiento que cure definitivamente esta enfermedad; no obstante, hay distintas opciones, dependiendo de la gravedad de las lesiones, que ayudan a evitar y mejorar los brotes.
La AEDV señala que los corticoides tópicos son la primera línea de tratamiento para los pacientes durante la fase aguda de la enfermedad y los inhibidores de la calcineurina, la segunda.
Corticoides tópicos e inhibidores de la calcineurina, principales tratamientos
Cuando las lesiones son extensas se emplean tratamientos sistémicos que afectan a todo el cuerpo y se pueden tomar en forma oral o en inyección. Los tratamientos sistémicos tratan al cuerpo desde el interior, a diferencia de los tratamientos tópicos o la fototerapia (técnica que emplea radiaciones electromagnéticas de origen natural o artificial), que tratan al cuerpo desde el exterior. Este tipo de tratamientos se reserva habitualmente para pacientes con síntomas muy severos, para los que no responden a los medicamentos tópicos convencionales o la fototerapia, y a las personas que no pueden usarlos.
¿Cómo podemos reducirla o evitarla?
La AAAAI hace hincapié en que la exposición a productos como jabones o detergentes, a los ácaros del polvo, el polen o algunas bacterias que contienen proteínas llamadas proteasas pueden provocar dermatitis atópica.
Los especialistas de esta organización recomiendan evitar también agentes irritantes como fragancias o el humo.
Se aconseja vestir prendas cómodas de algodón o de fibras naturales, evitando materiales sintéticos o la lana y lavar la ropa nueva antes de usarla. También el estrés es un factor que podría provocar irritación en la piel.
Hidratar la piel a diario mediante la aplicación de cremas hidratantes (emolientes), cortar bien las uñas y mantenerlas limpias para evitar infecciones por el rascado y evitar el exceso de calor y cambios bruscos de temperatura, son otras recomendaciones generales que seguir.
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