D-VALOR: el valor de la dispensación
El programa D-VALOR fue un proyecto de investigación realizado entre finales de 2011 y julio de 2012 en el que participaron 2.529 farmacéuticos de toda España que registraron, de acuerdo a unos procedimientos previamente definidos, 201.050 dispensaciones de cinco de los grupos terapéuticos más habituales: bifosfonatos, antiasmáticos, benzodiazepinas, estatinas y AINE. Este proyecto ha servido para evaluar el impacto de protocolizar y registrar la dispensación en farmacia comunitaria en la mejora del conocimiento del paciente sobre su medicación, el cumplimiento terapéutico y los resultados en salud del uso de los medicamentos.
El proyecto fue impulsado por la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC), con la colaboración de la Fundación Pharmaceutical Care y el periódico Correo Farmacéutico y contó también con el respaldo del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, el Ministerio de Sanidad y el patrocinio de Mylan. La jornada “El valor del farmacéutico comunitario en el Sistema Nacional de Salud” ha sido el marco para profundizar en los últimos datos del Programa D-VALOR. El valor de la dispensación, así como debatir el papel asistencial del farmacéutico comunitario en el Sistema Nacional de Salud.
Los resultados de este trabajo, que se han presentado en el marco del V Congreso Nacional de Farmacéuticos Comunitarios, han revelado que un 42,98 por ciento de los pacientes que acudían a la farmacia con alguno de los tratamientos seleccionados tenía importantes carencias informativas sobre sus tratamientos, ya fuera en cuanto a su indicación (para qué es el medicamento), como en su posología (cuánto tiene que tomar), en su forma de uso (cómo debe tomarlo) o en la duración (cuánto tiempo).
De entre las distintas carencias detectadas, la más habitual fue la de la duración del tratamiento, ya que más de un 40 por ciento no conocía con exactitud durante cuánto tiempo debía tomar su medicación. Además, el 10,5 por ciento no conocía la forma de uso (cómo debía tomarlo), el 5,9 por ciento desconocía la posología (cuánto tenía que tomar) y el 4,9 por ciento de los pacientes no conocía la indicación de su tratamiento (para qué era el medicamento).
Este desconocimiento general sobre las características de los tratamientos no solo puede influir en la optimización de la farmacoterapia, sino que tiene también una influencia clara en la percepción que los pacientes tienen sobre la seguridad y efectividad de los medicamentos que toman. Los datos del estudio reflejan, por ejemplo, que entre los pacientes que desconocen la forma de uso y la dosis de su tratamiento, un 14 por ciento declara problemas, mientras que ese porcentaje solo es del 6 por ciento entre quienes sí tienen información.
Por lo que respecta a la efectividad, las diferencias de percepción son aún mayores. Por ejemplo, solo un 48 por ciento de los pacientes que desconocen la dosis de su tratamiento declara que su tratamiento es efectivo, mientras que ese porcentaje es del 73 por ciento cuando sí se tiene información. Cabe reseñar también que el tipo de problema más detectado por los farmacéuticos fue el de efectividad (6,5 por ciento del total).
A tenor de estos resultados, resulta evidente que un buen servicio de dispensación en las farmacias comunitarias puede contribuir a resolver problemas relacionados con la efectividad y seguridad de los tratamientos. El paciente informado tiene, en definitiva, menos problemas con sus medicamentos. Podéis obtener más información sobre este estudio en la web de El valor de la dispensación.