Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos
El Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos es una iniciativa europea de salud pública anual que se celebra el 18 de noviembre; su objetivo es sensibilizar sobre la amenaza que la resistencia a los antibióticos supone para la salud pública y fomentar el uso prudente de los mismos. Los datos más recientes confirman que el número de pacientes infectados por bacterias resistentes crece en toda la Unión Europea, y que la resistencia a los antibióticos es una seria amenaza para la salud pública.
Como ya sabéis, un antibiótico es un medicamento cuyo efecto mata o impide el crecimiento de ciertas clases de microorganismos sensibles, generalmente bacterias. Los antibióticos se utilizan en medicina humana, animal u horticultura para tratar infecciones provocadas por gérmenes. Uno de los más conocidos y recetados es por ejemplo la amoxilicina, nombre del principio activo que se suele usar en muchas de las infecciones más habituales y que pertenece al grupo de las penicilinas.
Uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los profesionales sanitarios es el tratamiento de las infecciones causadas por bacterias resistentes: los antibióticos que se utilizan habitualmente ya no son eficaces y los médicos tienen que elegir otros distintos, lo que puede hacer que los pacientes tarden más tiempo en recibir el tratamiento correcto y provocar complicaciones e incluso la muerte. Además, el paciente puede necesitar mayores cuidados y antibióticos alternativos más costosos que, en ocasiones, tienen efectos secundarios más graves.
En España, el Ministerio de Sanidad y Consumo (actual Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad), lanzó en el año 2006 una interesante campaña promoviendo el consumo responsable de antibióticos. Por otro lado, sigue activo el microsite www.antibioticos.msc.es, en donde podremos encontrar toda la información necesaria para un uso correcto del antibiótico, algunos interesantes textos acerca de las resistencias a los mismos y enlaces de interés.
Os recordamos que la resistencia a los antibióticos es un problema de salud pública mundial, y que es nuestra responsabilidad hacer un buen uso de ese medicamento. El médico que os recete el antibiótico os comunicará cuál es la pauta adecuada de dosificación para el tratamiento, y el farmacéutico siempre os exigirá una receta para poder dispensarlo.