Día Mundial de la Salud: retos para la salud en 2019

Abordamos por el Día Mundial de la Salud los principales problemas y retos en materia de salud a nivel mundial

El 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud, fecha que conmemora la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que todos los años se centra en un tema de salud específico con el propósito de destacar un área prioritaria de interés para este organismo especializado de las Naciones Unidas.

En 2019 el tema elegido es la cobertura sanitaria universal, objetivo primordial de la OMS y cuestión sobre la que se está avanzando en países de todas las regiones del mundo, aunque todavía son millones las personas que siguen sin acceso alguno a la atención de salud o viéndose obligadas a elegir entre esta y otros gastos cotidianos, como alimentación, vestimenta o vivienda.

Los días mundiales pretenden sensibilizar, concienciar, llamar la atención, señalar que existe un problema sin resolver, un asunto importante y pendiente en las sociedades para que, a través de esa sensibilización, los gobiernos y los estados actúen y tomen medidas o para que los ciudadanos así lo exijan a sus representantes.

Por tanto, desde AESEG pensamos que estamos ante una jornada perfecta para reflexionar sobre los problemas sanitarios a los que la sociedad se enfrentará en 2019, pero también en el futuro más próximo.

La OMS y los sistemas sanitarios de países como el nuestro, deberán lidiar con múltiples amenazas a la salud mundial tales como las resistencias antimicrobianas, el dengue, los movimientos antivacunas, la gripe, el Ébola o el VIH.

La contaminación del aire y el cambio climático también son otros de los principales retos de la OMS para 2019. Se estima que entre 2030 y 2050 el cambio climático causará unas 250.000 defunciones adicionales cada año, debido a la malnutrición, el paludismo, la diarrea y el estrés calórico.

La OMS estima entre 2030 y 2050 el cambio climático causará unas 250.000 defunciones adicionales cada año

Asimismo, sobre los efectos que pueda tener el calor extremo en nuestra salud, la OMS alerta de que las temperaturas extremas del aire contribuyen directamente a las defunciones por enfermedades cardiovasculares y respiratorias, sobre todo entre las personas de edad avanzada.

Las temperaturas altas provocan un aumento de los niveles de ozono y de otros contaminantes del aire que agravan las enfermedades cardiovasculares y respiratorias.

Los niveles de polen y otros alérgenos también son mayores en caso de calor extremo. Pueden provocar asma, dolencia que afecta a unos 300 millones de personas. Se prevé que el aumento de las temperaturas que se está produciendo incrementará esa carga.

¿Puede la gripe convertirse en una pandemia?

La respuesta es sí. Siguiendo de cerca los últimos trabajos de la OMS con respecto a la gripe, esta institución ya trabaja en su Estrategia Mundial contra la Gripe 2019-2030 cuyos objetivos son prevenir la gripe estacional, evitar que la enfermedad se propague de los animales a los seres humanos y prepararse para la próxima pandemia de gripe.

El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director General de la Organización, ha señalado: “La amenaza de una pandemia de gripe sigue presente. El riesgo de que un nuevo virus de la gripe se propague de los animales a los seres humanos y cause una pandemia es constante y real. La cuestión no es saber si habrá una nueva pandemia de gripe, sino cuándo ocurrirá. Debemos mantener la vigilancia y prepararnos, porque el costo de una gran epidemia será muy superior al de la prevención”.

“La amenaza de una pandemia de gripe sigue presente. El riesgo de que un nuevo virus de la gripe se propague de los animales a los seres humanos y cause una pandemia es constante y real”

La gripe continúa siendo una de las mayores amenazas para la salud pública mundial. Cada año se registran en el mundo cerca de 1000 millones de casos, de los cuales entre 3 y 5 millones son graves, y entre 290.000 y 650.000 personas fallecen por causas respiratorias relacionadas con esta enfermedad infecciosa.

Resistencias antibióticas

No podemos olvidarnos de uno de los grandes retos de salud pública que afronta la humanidad: las resistencias antimicrobianas, causadas, principalmente, por el uso inadecuado de los antibióticos que ocasiona una merma en la eficacia de estos fármacos en la lucha contra las bacterias.

En este sentido, la OMS también se está poniendo al día. En su plan de acción global establece los siguientes puntos:

• Mejorar la concienciación y la comprensión con respecto a la resistencia a los antimicrobianos;
• Reforzar los conocimientos a través de la vigilancia y la investigación;
• Reducir la incidencia de las infecciones;
• Utilizar de forma óptima los agentes antimicrobianos; y
• Preparar argumentos económicos a favor de una inversión sostenible que tenga en cuenta las necesidades de todos los países, y aumentar la inversión en nuevos medicamentos, medios de diagnóstico, vacunas y otras intervenciones.

Día Mundial de la Salud: otras patologías por las que luchar

El dengue, por ejemplo, es una enfermedad que puede ser mortal en el 20% de los casos graves. Es transmitida por mosquitos y provoca síntomas similares a los de la gripe. Constituye una amenaza en regiones especialmente lluviosas como Bangladesh y la India. Con el cambio climático estos ciclos meteorológicos se están prolongando en el tiempo, extendiendo los casos de dengue a otras regiones asiáticas.

Según la OMS, el 40% de la población mundial está en riesgo de contraer dengue y cifra la incidencia en 390 millones de casos al año.

Además del dengue y el ébola, enfermedades no transmisibles como el cáncer o la diabetes suponen también una gran preocupación para los sistemas sanitarios de los países ante el incremento de pacientes que contraen estas patologías y los fallecimientos que ocasionan.