El desabastecimiento de medicamentos, un problema real
El desabastecimiento de medicamentos es un problema que afecta a todos los países del mundo. España no es una excepción y en nuestro país, según datos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), dependiente del Ministerio de Sanidad, existen 253 presentaciones de medicamentos que actualmente sufren problemas de desabastecimiento.
Estos datos difieren de los que manejan a diario los profesionales de las farmacias españolas. El sector de la distribución farmacéutica cifra en miles los fármacos que tienen problemas de suministro en España y, por lo tanto, exige a Sanidad una definición más precisa sobre ‘desabastecimiento’ que facilite la labor de los profesionales en las boticas a la hora de disponer fármacos a pacientes, tanto de medicamentos genéricos como de marca.
Para Sanidad un medicamento está desabastecido en España cuando no existe ninguna unidad del mismo y se tiene que recurrir a otras alternativas para sustituirlo, como importarlo de otros países, por ejemplo. Un problema de suministro, por el contrario, es una situación en la que las unidades disponibles de un medicamento en el canal farmacéutico son inferiores a las necesidades de consumo nacional o local. Suelen ser debidos a problemas en la fabricación o distribución del medicamento, entre otros.
Recientemente desde la Federación Internacional Farmacéutica (FIP) se ha afirmado que hay evidencias de que el desabastecimiento de medicamentos está empeorando con el tiempo, creando cada vez más dificultades a los profesionales de la salud y comprometiendo la seguridad de los pacientes. Señalan que se trata de un problema global y creciente con causas variadas y multidimensionales, en el contexto de una cadena de distribución global y compleja. El hecho de no disponer de información para evaluarlo en el contexto internacional y que cada país viva problemáticas distintas, dificulta el desarrollo de una acción única para darle respuesta.
A las consecuencias para los pacientes, como el retraso en el tratamiento, cambios de fármacos por otros menos efectivos, ya sean genéricos o de marca, o errores en el uso de medicamentos alternativos, se suman los gastos adicionales para los sistemas sanitarios y la carga de trabajo para los profesionales. Entre los motivos que provocan los desabastecimientos, entre los que se encuentran los relacionados con la fabricación, disponer de un número limitado de proveedores, la demanda o la ausencia de materias primas, resaltan los económicos. El bajo precio de los medicamentos ejerce presión sobre los agentes de la cadena, que se ven abocados a llevar a cabo actividades para sobrevivir que les desvían de su labor primordial.
La FIP ha trabajado en distintos modelos de informe de desabastecimientos, con el fin de que cada país lo implemente adaptándolo a su propia circunstancia. Estas herramientas deberían ser un apoyo a la decisión clínica, permitir el análisis de la evolución del problema y la búsqueda de soluciones de soporte de herramientas, a través de intervenciones o incentivos del mercado, y también deberían servir para prevenir desabastecimientos futuros.
Necesidad de información completa sobre desabastecimientos
Por su parte, desde la Aemps se señala que el desabastecimiento de medicamentos “es un problema grave, creciente, global, y complejo, y como tal, es necesario abordarlo desde una perspectiva global, suficiente e incentivadora de la solución real y no de los pasos intermedios”. Asimismo, el organismo destaca que “cuándo se ha producido la falta, cuánto va a durar y las alternativas disponibles, es información que debería estar a disposición de todos”, y trabajan para que esto sea posible próximamente.
Estas situaciones son comunicadas a la Aemps, bien por las autoridades sanitarias de las comunidades autónomas, cuando las detectan, o bien por los titulares de la autorización de comercialización del medicamento, que están obligados a informar a la Agencia del Medicamento sobre cualquier restricción anormal en el suministro de sus medicamentos.
Para facilitar el seguimiento de estos problemas y dado que esta información varía de forma continua, se dispone de un listado con los problemas de suministro actuales o previstos que se mantiene actualizado de forma permanente. No se incluyen en el listado aquellas incidencias para las que se espera una rápida solución y por tanto no tendrían repercusión asistencial.
En este listado, la información se detalla para las diferentes presentaciones de los medicamentos que se encuentren afectadas (cada uno de los formatos en los que se comercializa el medicamento).