“Las bajadas de precios reducen los incrementos reales de los genéricos”
EL PERSONAJE
Michele Uda
Director general de Assogenerici, Asociación Italiana de Medicamentos Genéricos
Licenciado en Ciencias Políticas por la universidad internacional LUISS Guido Carli en Roma, especialización de Economía Internacional, trabaja en Assogenerici desde el año 2007, tras haber pasado por varias empresas relacionadas con el ámbito de la salud. Desde abril de 2012 es director general de la patronal italiana de medicamentos genéricos, manteniendo también el cargo de jefe interino del Centro de Economía y Análisis de Políticas y la responsabilidad de las relaciones internacionales.
Lector empedernido y viajero incansable, Michele Uda disfruta con el teatro, el esquí y las motos. Defensor y consumidor habitual de medicamentos genéricos, piensa como ciudadano que “en un momento en el que sobre los servicios de salud europeos se incrementan las demandas, los medicamentos genéricos proporcionan un mayor beneficio a la sociedad y aseguran el acceso de los pacientes con calidad, seguridad y efectividad a la vez que se reducen los costes de farmacia”.
Cuando habla de genéricos se expresa con claridad. “Son accesibles, asequibles y están disponibles, pero la sostenibilidad de la industria europea está bajo la amenaza de los sistemas de precios insostenibles, aumento de los costes regulatorios y los obstáculos a la exportación”.
“Hay que mejorar la competitividad de la industria de genéricos y biosimilares”
A pesar de esto, argumenta que España e Italia ocupan los puestos más bajos en la lista de países europeos prescriptores de genéricos debido a influencias culturales, además de las reticencias de los médicos de familia a su prescripción, la falta de incentivos reales para ello y la ausencia de directrices claras desde las autoridades locales.
Pero, ¿qué acciones comunes deberían tomarse desde Europa para que los diferentes ministerios de Sanidad potenciaran el uso de medicamentos genéricos?
Michele Uda lo tiene claro: “Hay que mejorar la competitividad de la industria de genéricos y biosimilares; mantener la competencia y la sostenibilidad de salud para evitar las intervenciones por parte de terceros en los procedimientos de registro; mejorar también el acceso de los pacientes a las medicinas a través de una mejor regulación; reforzar la armonización normativa para construir un sistema de autorización de comercialización eficiente y ofrecer a los pacientes información necesaria y adecuada para ayudarles a entender los conceptos de medicinas genéricas y biosimilares”.
Para hablar de lo que supondrían estos medicamentos en la mejora de la gestión de los sistemas de salud europeos, Michele Uda se refiere al envejecimiento imparable de la población. “En el año 2060 los pensionistas supondrán más del 60% de la población activa en Europa, con lo que la industria farmacéutica debe alcanzar el reto del envejecimiento demográfico. Los problemas de salud se incrementan con la edad y los sectores de salud gastan en Europa el 10% adicional para tratar a los jubilados. Todo esto pone claramente sobre la industria el deber de proporcionar soluciones y asumir responsabilidades adicionales”.
Y aquí entran en juego los fabricantes de medicamentos genéricos y biosimilares que, a su juicio, “tienen una contribución vital a este esfuerzo, particularmente con su habilidad para ofrecer cuidados de alta calidad a un coste bajo”. De hecho, datos aportados por la consultora internacional IMS Health muestran que, si el uso de genéricos y biosimilares se incrementara un 20%, el ahorro solo en el área de Oncología estaría por encima de los 4 billones de euros. En todas las áreas terapéuticas esto podría significar un ahorro de 16 billones de euros.