Recomendaciones para protegernos de los efectos del calor

Cómo sobrevivir a una ola de calor y a temperaturas extremas: ¿Qué peligros tiene para la salud?

Las olas de calor y las temperaturas extremas representan un riesgo significativo para la salud, especialmente en países como España, donde el clima puede ser caluroso y seco durante el verano.

Golpes de calor, deshidratación, aumento del riesgo cardiovascular, problemas respiratorios, agotamiento, agravamiento de condiciones médicas preexistentes, quemaduras solares y problemas de sueño, son algunos de los peligros a los que nos enfrentamos en época estival.

Pero no te asustes, si quieres evitar problemas de salud y asegurarte de enfrentar adecuadamente este tipo de situaciones, aquí tienes una serie de consejos para cuidar tu bienestar, todos ellos basados en recomendaciones publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el ministerio de Sanidad:

Mantente hidratado: Bebe mucha agua a lo largo del día, incluso si no tienes sed. La deshidratación es un riesgo común durante las olas de calor y puede llevar a problemas como golpes de calor. Evita el consumo excesivo de alcohol y cafeína, ya que pueden aumentar la deshidratación.

Viste adecuadamente: Utiliza ropa ligera, de colores claros y tejidos transpirables, como el algodón. Esto ayudará a mantener tu cuerpo fresco al permitir una mejor circulación del aire y reducir la retención de calor.

Busca lugares frescos: Permanece en ambientes bien refrigerados o frescos durante las horas más calurosas del día.

Evita la exposición al sol: No salgas durante las horas de mayor calor que suelen ser entre las 10 de la mañana y las 6 de la tarde. Si tienes que estar al aire libre, busca sombra y utiliza protector solar para evitar quemaduras solares. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) también nos sugiere unos consejos para tomar el sol de forma segura.

Utiliza ventiladores y sistemas de enfriamiento: Si no tienes aire acondicionado, los ventiladores pueden ayudar a circular el aire y refrescar los espacios. Igualmente puedes usar toallas húmedas o tomar duchas frescas para mantener tu temperatura corporal.

Mantén tu hogar fresco: Durante la noche y las primeras horas de la mañana, abre las ventanas para permitir que el aire fresco entre a tu hogar. Luego, cierra las cortinas o persianas para mantener el interior agradable durante el día.

Cuida tu alimentación: Opta por comidas ligeras y frescas, como ensaladas, frutas y verduras, en lugar de platos calientes o pesados. También es importante evitar comidas abundantes que puedan dificultar la digestión y elevar tu temperatura corporal.

Evita el ejercicio intenso: Durante los días más calurosos, es preferible realizar actividades físicas suaves en interiores o esperar a que las temperaturas sean más frescas, como en las primeras horas de la mañana o las tardes.

Conoce los síntomas del golpe de calor: Infórmate acerca de los signos de un golpe de calor, como piel caliente y seca, pulso rápido y fuerte, dolor de cabeza intenso, mareos y confusión. Si experimentas alguno de estos síntomas, busca atención médica de inmediato.

Siguiendo estos consejos, estarás mejor preparado para enfrentar el calor y proteger tu bienestar. Recuerda que tu salud es lo más importante, así que toma las precauciones necesarias para cuidarte durante los episodios de temperaturas extremas.

Actuaciones preventivas de Sanidad frente a temperaturas extremas por calor

El ministerio de Sanidad mantiene activo hasta el próximo 15 de septiembre el Plan Nacional de Acciones Preventivas contra los Efectos del Exceso de Temperaturas sobre la Salud. Con esta iniciativa, los ciudadanos pueden acceder a información en tiempo real para prevenir y mitigar los efectos negativos que el calor excesivo puede tener sobre la salud.

El ministerio recuerda prestar especial atención a los grupos de riesgo o las personas vulnerables como los mayores, las mujeres gestantes, los niños, los enfermos crónicos y los trabajadores que desempeñan sus labores o realizan esfuerzos al aire libre.

Los menores, las personas mayores, los enfermos crónicos, las mujeres gestantes y las personas que trabajan o realizan esfuerzos al aire libre, son los principales grupos de riesgo que pueden sufrir los efectos de olas de calor extremo

Sanidad insiste en que hay que tomar medidas para protegerse frente a los daños que pueden causar las elevadas temperaturas con un decálogo de recomendaciones generales que están resumidas en la siguiente ilustración.